A punto de finalizar las vacaciones de verano, son muchos los padres y madres que están ultimando los detalles para la vuelta al cole de sus hijos. Pero sin duda uno de los aspectos más importantes que hay que trabajar es cómo preparar a los niños para la vuelta a la rutina escolar, una realidad que no siempre es fácil. Por ello les ofrecemos este decálogo que pretende echarles una mano en esta ardua tarea:
- Empezar por cambiar los horarios. Es bueno comenzar a cambiar el horario más laxo y relajado propio de las vacaciones, por el que empezarán a vivir en unos días: volver a las rutinas, cenar antes, acostarse más pronto, levantarse más temprano, sin necesidad de levantarles ya a las 7 de la mañana, pero sí comenzar a regularizar su propio reloj biológico para adaptarse a la vuelta al cole.
- Probar uniformes, ver herencias y marcar la ropa. El día antes hay que prepararlo todo en una silla para que el primer día de clase no se estresen el niño y los padres. Los zapatos limpios y colocados junto a esta silla para facilitar lo más posible este momento.
- ¡Los deberes de verano! Algunos niños dejan todo para el final y si no hemos estado pendientes, puede que nos llevemos alguna sorpresa. Ver si han terminado los deberes que se les mandó de refuerzo para las vacaciones, por si tuviéramos que rematar; y si están hechos, prepararlos en una carpeta o en la mochila del colegio.
- Calzado escolar. Los zapatos no deben heredarse, el pie crece especialmente en verano y además pasar de ir con «cholas» al calcetín y zapato cerrado les cuesta. Hacer prueba en casa y tenerlo previsto.
- Fuera prisas. Las prisas son malas consejeras, es mejor levantarse una hora antes y desayunar con paz, dejar la mesa del desayuno lista la noche anterior, llegar un poco antes al colegio para no comenzar el curso corriendo, con gritos y «soltando» al niño en clase desde el primer día.
- Refuerza y acertarás. Para evitar estar arreglando bajos de los uniformes y ‘babis’ todo el año, se puede pasar los dobladillos con la máquina de coser y reforzar los bolsillos que suelen romperse el primer mes de colegio.
- Tiempo de estudio. Los niños no pueden pasar de estar todo el día jugando, a estudiar intensamente. Hay que ayudarles al cambio progresivo, de modo que aunque no haya deberes, desde el primer día se siente un rato e ir aumentando: 15 minutos, 20, 30. Hasta lo que sea apropiado a su edad.
- También los padres debemos cambiar el chip: podemos preparar nuestra ropa el día anterior, tener el maletín para ir a la oficina y todo lo necesario organizado la noche anterior, para que no perdamos los nervios a primera hora de la mañana. Así, además, enseñamos con el ejemplo.
- Es necesario escoger una buena mochila para evitar el exceso de peso, las malas posturas y el dolor de la espalda. En este sentido, el presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Madrid, José Santos, tiene un interesante vídeo, donde da las claves para elegir la mochila correcta.
- Ir al colegio. Puedes organizar rutas con los vecinos para no tener que hacer los dos viajes: unos los llevan a la ida otros a la vuelta, o bien por días de la semana. El no sentirte atado los cinco días de la semana yendo y viniendo al colegio es algo que también aligera la tensión, además del ahorro en combustible.