La implicación parental es clave para que los niños lean. Los estudios científicos que se han realizado acuerdan que las perspectivas y creencias de los padres, unidas a la calidad afectiva de los mismos cuando sus hijos están aprendiendo, están muy ligadas al interés por la lectura que desarrolle el niño. En otras palabras: si los padres consideran que el aprendizaje puede ser también un motivo de entretenimiento y diversión más que como habilidades que hay que aprender obligatoriamente, es muy probable que sus hijos lo vean igual. Esto, a su vez, hace que a la larga los niños estén más motivados para leer más, lo que mejorará también su comprensión lectora. Por lo tanto, implícate en el aprendizaje de tu hijo: enséñale a leer más como un juego que como una obligación. Existen multitud de trucos para que tus hijos aprendan a leer y se diviertan a la vez, lo que hará que tu hijo tenga más probabilidades de éxito conforme se vaya haciendo mayor.