Ya nos encontramos en la estación del año preferida para muchos. Llegó el buen tiempo, los días son más largos y podemos disfrutar más de él. Las actividades al aire libre están a la orden del día y todos queremos hacer planes que impliquen diversión y disfrute. Los niños ya están de vacaciones y las excursiones a la playa es el lugar preferido para toda la familia. Ya sea un fin de semana playero, unas largas vacaciones o si vivimos cerca de la costa, debemos prestarle atención a los consejos que les mostramos a continuación. ¡Prepara unas vacaciones libres de complicaciones!

  1. Protección: Si queremos pasar un día perfecto de sol y playa debemos de estar protegidos. Recuerda que lo ideal para los niños es un factor 50+. Además de la crema solar, otra de las opciones para protegerlos de los rayos del sol son las camisetas de agua. Sería conveniente evitar la exposición solar en las horas más calurosas para así prevenir un golpe de calor.
  2. Alimentos: Tanto si vamos a la playa como si vamos a estar ausentes de casa durante horas, siempre tenemos que llevar en el bolso algún alimento. Y no solo comida, también agua. Ambas cosas son imprescindibles para afrontar un día en la costa o la piscina. Elige cosas prácticas: botellas de agua, cartones de jugo, sándwiches, frutas, etc.
  3. Comodidad: Si quieres pasar un día perfecto en la playa, tienes que pensar en tu comodidad y en la de los más pequeños. Utiliza esterillas, almohadas hinchables o cualquier objeto que haga más confortable tu estancia junto al mar (o piscina).
  4. Seguridad: Para los niños más pequeños podemos llevar una piscina en la que jueguen y estén más fresquitos. Lo ideal es una piscina pequeña que sea fácil de transportarla. No debemos dejar que los niños vayan solos a darse un baño, por muy segura y confiado que estemos de la zona. Además, cuando queramos darnos un baño con ellos debemos utilizar un flotador en el que se sientan totalmente seguros. Y otra cosa importante es que, aunque no todas las playan cuenten con servicio de socorrismo, en las que sí lo hay debemos conocer dónde se encuentra para que, en caso de sufrir un accidente, seamos atendidos rápidamente. Por último, no podemos olvidar que siempre tenemos que tener un ojo encima de los más pequeños de la casa y nunca confiarnos de lo que nos rodea. La vigilancia continua del niño es imprescindible, ya que, aunque pensemos que están salvo jugando en la orilla, puede que un golpe de las olas lo desestabilice.
  5. Diversión: En la playa se puede disfrutar y realizar un sinfín de actividades, tanto en el agua como fuera de ella. Tirar piedras al agua, hacer castillos de arena, correr de un lado al otro, jugar a la pelota… A los niños les divierte mucho experimentar en la playa, además de poder añadirle todos los complementos que queramos al juego. Los pequeños se sienten libres y no hay nada mejor que estar en contacto con la naturaleza.
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