¡Jesús y Nidia acaban de volver de su primera experiencia como deportistas en la nieve! Unos días inolvidables en los que se llevaron a cabo una serie de pautas que son imprescindibles para una primera vez de esquí infantil:

Elegir una buena escuela para aprender

 

Existen muchas alternativas excelentes de grupos reducidos de alumnos con profesionales muy bien preparados. Por ello, en toda escuela de esquí es importante reservar con antelación y no esperar a llegar a la estación, especialmente en periodos de gran masificación como Semana Santa. Lo más efectivo es reservar las clases en el momento en el que se reserva el forfait y la estancia.

La seguridad es lo más importante

Es recomendable contratar un seguro de esquí para toda la familia que cubra tanto practicar deportes de nieve como el resto del viaje. Existen seguros que contienen coberturas relacionadas con el esquí en pista o fuera de pista (accidentes, búsqueda y rescate, transporte sanitario, pérdida de forfait, daños en el equipo, etc.)

También es muy útil dar a los niños una pequeña cantidad de dinero, así como una tarjeta o papel con sus datos. Un buen truco con niños pequeños es escribirles esta información en el brazo y decirles que lo muestren si es necesario.

Paciencia

En estas situaciones, es vital tomarse las cosas con calma y animar a los niños a que no vean las caídas como un fracaso. Ser un principiante en el esquí es agotador, así que no los fuerces a seguir esquiando inmediatamente después de las clases si ellos no quieren. Es mucho mejor parar a descansar y relajarse un rato para retomar más tarde la actividad.

¡A divertirse!

Pasar un buen rato con ellos es lo primero. En el caso de que se cansan de esquiar, es positivo buscar ideas y formas de divertirse en la nieve con actividades menos intensas, como construir un muñeco de nieve. Grabarles también es una buena forma para ayudarles a motivarse a esquiar al día siguiente, ya que muchos niños disfrutan viéndose en fotos y videos.

 

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